martes, 31 de marzo de 2009

¿Voluntariado sin causa social?

¿Qué tan válido es incluir en el colectivo del voluntariado a grupos de personas que se organizan para pasarlo bien? Os daremos un caso.

ImprovEverywhere es una iniciativa de personas civiles que se organizan con el propósito expreso de causar escenas de caos y dicha en lugares públicos. Sí, habéis leído bien caos y dicha a la vez.

El movimiento, si es que decidís galardonarlo con este distintivo, fue creado en 2001 por Charlie Todd en Nueva York. La dinámica es la siguiente:

Las personas se registran como voluntarias en una lista de mailing en la web de ImprovEverywhere, así se convierten en Agentes y reciben, vía e-mail, instrucciones (éstas a veces), fecha y lugar de las misiones que llevarán a cabo.

Sólo funciona en Nueva York. Si alguien quiere hacerlo en otro espacio, tendría que organizar su propio grupo de agentes y diseñar sus propias misiones creadoras de caos y alegría.

Un ejemplo de las misiones que han realizado es el siguiente:

La estación Gran Central congelada.
Las personas aparecieron en el momento y el lugar en los que fueron convocados, sin saber para que. Una vez ahí, se les dieron las instrucciones.

Número de Agentes encubiertos: 207
La misión: Permanecer totalmente quietos en la postura en la que estuvieran a la voz de ¡Como estatuas!







¿Es esto voluntariado social?

Estamos hablando de acción colectiva, no lucrativa, organizada para un bien común. ¿Es más que un juego? Os lanzaremos una hipótesis:

Las personas que acudan a este tipo de voluntariado participarán de una actividad lúdica, sensibilizadora y concienciadora en un sentido plenamente social.

Nuestros argumentos:

Se trata de un ejercicio de confianza, pues las personas acuden a un llamado colectivo sin saber qué van a hacer, quizás serán cosas que no se atreverían a hacer individualmente, pero esta vez actuarán con más personas que, como ellas mismas, acudirán a ciegas.

Una vez están los y las Agentes en acción, sospechamos que habrá una serie de emociones y sentimientos compartidos fluyendo libre e intensamente de persona en persona, enseñándoles en vivo su propia capacidad unirse a otras, de identificarse por medio de finalidades comunes, gratuitas y que se desbordan del grupo mismo para donarse a las personas espectadoras.

Uno de los miedos más arraigados y universales es aquel que nos produce el cambio, el caos, las crisis, o como queráis llamar a otros ordenes desconocidos o inusuales en la vida de cada persona y de cada colectividad. ¿Podría servir este juego organizado, y en cuyo desarrollo se acepta voluntariamente participar, enseñarnos a conciliar la necesidad de seguridad y con la necesidad de cambio?

García Roca dice que el voluntariado de nuestra época necesita reconciliar la idea de causa como una meta socialmente significativa (como son los derechos humanos) y el valor de lo expresivo, del placer inmediato de participar en su presente realización, creando nuevas formas de lazos sociales, a la vez terapéuticos, a la vez incidentes en la realidad circundante.

Otras estilos de voluntariado son posibles, otras expresiones de solidaridad, otras preocupaciones –como la preocupación sobre un creciente aislamiento y la consecuente apatía y falta de confianza en toda acción colectiva que, a la larga, termina afectando también la solidaridad hacia las causas tradicionales) y, sobretodo, otras formas de resolver, menos institucionales, pero más subjetivas.

lunes, 23 de marzo de 2009

Altruismo y leyes de voluntariado

En 1996 Andrés García Inda hacía una reflexión sobre la Ley 6/1996 de Voluntariado que pudo pasar desapercibida en la mayor parte del Tercer Sector debido a la vorágine de la Ley, a la fuerza con la que se comunicó y a lo novedoso que era el tema en el Estado Español, pero que no está mal retomar “empuja a la Administración a extender el manto legal sobre las zonas no colonizadas no sólo a efectos de fomentar o garantizar su libre participación, sino también para poder controlarla”* y ver que está vigente más que nunca.

Ahora ya no es nuevo, además de la 6/1996 existen leyes autonómicas e incluso provinciales y un montón de planes estatales y autonómicos que marcan desde las Administraciones Públicas el ritmo de la participación voluntaria en las organizaciones de voluntariado, con mayor o menor acierto.

Más allá del -interesantísimo- debate de si se debe o no regular el voluntariado, la participación ciudadana o las iniciativas solidarias con una ley deberíamos entrar en los términos y contenidos de esas leyes y especialmente en dos puntos:

Por una parte ¿qué aportan a la promoción del voluntariado?

Y por otra ¿cómo lo hacen? (con qué ‘armas’ o herramientas’)

Centrándonos en la ley estatal podemos decir que sí, que contempla medidas de fomento de voluntariado, incluso dedica un capítulo completo en el que indica que la administración general del estado hará asistencia técnica, desarrollará programas formativos, liderará servicios de información y campañas de divulgación y de reconocimiento del voluntariado.

Dentro de las medidas establece una especialmente controvertida que son los incentivos a las personas voluntarias en forma de "bonificaciones o reducciones en el uso de medios de transporte público estatal, en la entrada a museos y cualquier otra medida que puede establecerse".

Esta medida pervierte la base del voluntariado, el altruismo. Entra directamente a las motivaciones de los nuevos voluntarios y si alguien ha estado sentado con una administración pública y/o ha participado en el proceso de elaboración de alguna de estas leyes habrá escuchado comentarios de incentivos asociados a la atracción de nuevas personas al voluntariado.

En la realidad han tenido poco impacto en términos de captación, pero han tenido mucho en términos de banalizar el discurso de la acción voluntaria y nos ha llevado a ‘premios’, ‘concursos’ y ‘campañas’ que están en el imaginario colectivo de muchas personas que han sido animadas a ser voluntarias mediante ejemplos únicos, descuentos en transportes y en cines, formación gratis, ampliación de curriculums, etc y no mediante lo que debería ser ‘la confianza en el ser humano, la justicia social y la convicción del poder transformador del grupo’

Son temas históricos de debate pero también con una vigencia espectacular y una presencia en medios de comunicación ‘sospechosa’ en los últimos meses (nuevas leyes autonómicas…). Así que nunca es tarde para reabrir debates!

¿Cómo afecta esto al altruismo, al desinterés, a la motivación?

¿Deben las administraciones interpelar a las personas o apoyar y fomentar el voluntariado desde las organizaciones de voluntariado y que sean estas, vía planes de voluntariado, quienes incentiven, motiven y retengan a estas personas?

¿Qué mensajes debemos y no debemos lanzar para convocar voluntarios/as?

- ‘Tu puedes serlo aunque no sepas que puedes’ frente a ‘Los voluntarios/as son personas únicas y especiales’
- ‘Tu tiempo cuenta, pero tu disposición más’ frente a ‘Necesitamos tu compromiso en un determinado e inamovible periodo de tiempo’


Alguno más? Alguna aportación al debate? ¡Os esperamos por aquí!

*(“Aspectos legales de voluntariado: El modelo de la Ley 6/1996 de 15 de enero” Documentación Social, nº 104, Madrid julio-septiembre 1996)

martes, 17 de marzo de 2009

¿Qué papel tienen las TIC en el Empoderamiento de la Ciudadanía?

El empoderamiento es la cosa más deseable del mundo, deseable para la ciudadanía, para vosotros y vosotras, para nosotros y nosotras, para nuestras amistades, ¿para nuestras enemistades?, para las personas desfavorecidas, empobrecidas, excluidas, ¿para las favorecidas, enriquecidas, incluidas y excluyentes?

¿Qué es eso tan deseable para unas personas y tan temido en otras? El empoderamiento tiene que ver con lo que todas las personas somos y todas las personas somos poder… de decisión, de valoración, de oposición, de regulación, de opinión, de ACCIÓN…

Somos poder de mejor o peor manera auto-gestionante, en otras palabras, estamos de mejor o peor manera empoderados para decidir, valorar, oponernos, regularnos, opinar y actuar libre y auténticamente.

¿Qué es mejor? No lo sabemos, creemos que más solidariamente, más abiertamente, más incluyentemente, más amorosamente, más responsablemente… es mejor, es decir, éstas son algunas de las características de una calidad mejor de empoderamiento.

Las TIC no tienen ningún papel en la calidad del empoderamiento de la ciudadanía, pero sí en la cantidad y en la forma. La calidad del empoderamiento de las personas depende de la claridad y la profundidad de su capacidad de ser conscientes de su propia forma de ser conscientes.

Ni las personas ni la ciudadanía disciernen mejor o peor gracias a las TIC. Que más personas puedan acceder, a través de TICs, a mayor cantidad de información, no garantiza que ésta se transforme en conocimiento ni mucho menos en aprendizaje.

Lo que es peor, las TIC no garantizan que quienes adquieran información y la transformen en conocimiento y en aprendizaje se empoderen con una calidad mejor, ni mucho menos que sean sólo las amistades y las personas más desfavorecidas a quienes sirva este empoderamiento…

Como se ha enfatizado algunas veces en este blog, las TIC son sólo una herramienta de desarrollo.

Una pobre herramienta, pero no cualquier herramienta. Cada herramienta que hemos utilizado para interferir en la historia, ha tenido unas características propias que se ven reflejadas en las formas que toma el empoderamiento ciudadano.

Las TIC son tan perversas como la rueda.

No hay cosa más perversa que lo redondo. Nunca sabemos dónde empieza ni donde termina… además tiene la tendencia a girar, osa estar en movimiento pareciendo que no cambia. Es la repetición de lo mismo ¿Sabéis de alguna época en la que se refleje la influencia de la rueda en el empoderamiento ciudadano?

¿Cuáles son las perversiones específicas de las TIC’s?

Ubicuidad espacio-temporal virtual. A través de las TIC´s, es posible emular la prometida ciudadanía mundial: Podemos (poder, esa es la clave, mejor o peor, pero siempre poder) no sólo estar aquí y allá, sino estarlo al mismo tiempo, y no sólo en un solo tiempo, sino que podemos estar aquí, allá, ahora, antes y después, en tantas combinaciones de estas variables como la imaginación pueda o sea capaz de concebir.

Esta característica de las TIC, posibilita, como la rueda posibilitó concebir la tradición, otra forma de memoria histórica, imprescindible para el mejor empoderamiento de la ciudadanía. Así, la ciudadanía que se empodera utilizando TICs, hace una memoria histórica no repetitiva, sino siempre y donde quiera presente.

Las personas pueden firmar virtualmente una petición en pro de una exigencia a un gobierno invisible en el espacio –lejano es un adjetivo más acorde a la época de la imprenta-, cuyo historial –palabra que remite a las búsquedas subjetivas de información más que a una historia oficial, otra vez, más acorde a la ciudadanía con forma de imprenta- puedo actualizar en mi memoria (cerebral, ram, extraíble…) a través de una búsqueda de datos y, al unir mi acción a la de muchas otras personas, impactar juntas en un futuro probable.

La forma de las TIC permite que el empoderamiento de la ciudadanía sea ubicuo y, a la vez, que no esté en ninguna parte. Esta pequeña perversión nos permite, en palabras de Idelfonso Mayorgas “El derecho a no ser representados y participar activamente en las decisiones que les afectan. Acciones que van de dentro a fuera, en contraposición a la aplicación políticas externas y artificiales. Dejar de ver a los ciudadanos agrupados impersonalmente por color o nivel económico si no como ciudadanos individuales empoderados”.

Otra de las particularidades propias de las TIC es el ser la analogía electrónica de lo que fuera en tiempos primitivos el tambor, su llamado se propaga en una reacción catártica. El alarmismo y su consecuente ráfaga de temores encendidos se expanden por las sociedades una vez que ha sonado la alarma –la diferencia con el rumor oral es que a través de las TIC, las noticias provocan empatía emotiva, mientras que el rumor oral es la noticia de lo que les sucede sólo a otras personas.

La ciudadanía que se empodera a través de las TIC reacciona ante los anuncios de peligro y, de la misma forma, se prepara para la acción cuando escucha el clarín de combate llamando a defender los derechos que abandera… Reaccionamos como aludidos de manera personal, como ciudadanas y ciudadanos mundiales. No todos y todas respondemos al llamado de PETA como no todos ni todos respondemos al llamado de Greenpeace, eso ya depende de la calidad del discernimiento, pero la forma de los llamados a través delas TIC tiene esta cualidad de propagación contagiosa.

Finalmente, la característica de las TIC que aporta un matiz del todo diferente al empoderamiento ciudadano es la liberación del poder. Como el cerebro, las TIC son un entramado eléctrico flexible, abierto, cambiante, dinámico y dinamizante, en continua relación retroalimentativa y transformativa con el entorno personal, socio-cultural, económico, político, medioambiental…

Así es que, el empoderamiento ciudadano que utiliza las TIC como herramienta, paradójicamente, tiene la forma de un flujo orgánico. Característica que hace de esta herramienta una en la cual el pensamiento y la ACCIÓN pueden desplegarse de una forma más compleja, multidimensional, eco-sistémica, que desafía saberes y métodos preestablecidos, pensamiento y ACCIÓN del sujeto plural en una “REALIDAD COMO LIBERACIÓN” (El Pensamiento complejo, Edgar Morin).

miércoles, 4 de marzo de 2009

Voluntariando desde nuestros móviles… ¿Podríamos colaborar como voluntari@s sin tiempo libre?

¿Es la falta de tiempo, no de compromiso y co-responsabilidad, la que, hoy día y según el Observatorio del Voluntariado, nos hace contar con un 1.73% del total de la población como porcentaje de personas que colaboran voluntariamente con alguna organización…?

Podríamos hacer la prueba… Pensemos…

“Las personas ocupadas difícilmente realizan actividades de voluntariado”. Dicen “The Extraordinaries” (Los Extraordinarios) en la presentación de su propuesta “On-Demand Volunteerism by Mobile Phone” (Voluntariado bajo demanda en el Móvil).

El problema, dicen, es que la mayoría de nosotr@s estamos siempre ocupad@s, trabajando, yendo de un sitio a otro, cumpliendo con los compromisos habituales que se desprenden de la cotidianidad." A muchas personas les gustaría contibuir pero tienen muy poco tiempo libre"

A esto añaden el que la mayoría de las actividades de voluntariado requieren entrenamiento, investigación y un compromiso "largo y pesado". A ello asocian el que sólo el 26% de Estadounidenses haya realizado voluntariado en 2007." Cerca de la mitad de los no-voluntari@s enlistaron 'falta de tiempo' como la principal razón para no hacerlo"

Según Móvil y administración Pública, más del 100% es la media de móviles por persona… En España, hay más móviles que personas. Y si las personas no tienen tiempo libre, entonces hay muchísimos más móviles que tiempo libre de personas. ¿Podrían los móviles surtir un efecto multiplicador en el poco tiempo de las personas y, a su vez, contagiar a más personas dueñas de uno o más móviles, convirtiéndolas en voluntari@s?

La propuesta de Los Extraordinarios es enviar, a través de teléfonos móviles, tareas acordes a las habilidades de l@s móvil-voluntari@s cuando sea y dondequiera que estén."Los móviles actualmente funcionan también como un ordenador portátil", lo que hace deducir a Los Extraordinarios que la principal barrera para hacer voluntariado se derrumbará al posibilitar que l@s voluntari@s lo realicen "on-the-spot" y "on-demand": “en el acto” y “bajo demanda”.

Prometen que así las personas podrán ser voluntarias durante sus tiempos muertos, sin atarse a una sola organización, podrán colaborar con diversas organizaciones varias veces a la semana. Proponen que, si bien la mayoría no tenemos tiempo para dedicárselo a una causa, si tenemos “momentos ad-hoc”: Las miles de horas que millones de personas gastamos jugando solitario… esperando el metro, en las colas de diferentes servicios, esperando a nuestra cita para cenar, esperando, esperando, esperando…

“Durante estos momentos, muchos de nosotros jugamos con el móvil”. La mecánica de voluntariado de Los Extraordinarios se sentirá muy similar a un juego. "Tendrá puntuación, niveles promoverá la competición" Mientras juguemos, estaremos ayudando a las ONGs y a propósitos públicos en tareas como las siguientes:

  • Traducción el sitio web de una ONG a alguna lengua extranjera.
  • Identificación de cráteres en la superficie de Marte con el programa de la NASA “Clickworker”.
  • Grabación de la localización GPS de baches y problemáticas de infraestructura de la ciudad para los municipios.
  • Confirmación de direcciones para la lista de miembros de una ONG.
  • Identificación de aves para Laboratorio Cornell de Ornitología.
  • Etiquetado de imágenes para el Smithsonian (Sitio que alberga obras de 19 museos y galerías)
  • Transcripción de textos antiguos para ReCaptcha (Sitio de libros digitalizados)
  • Revisión de las facturas del congreso para denunciar los gastos ocultos o inflados.
  • Comprobación de hechos para reporter@s...

¿Qué pensáis vosotr@s?

¿¿El voluntariado instantáneo…

El voluntariado con énfasis en l@s voluntari@s...

El voluntariado sin fidelidad a la organización…

El voluntariado como un juego…

El voluntariado aprovechando las TICs…

El fast-voluntariado…

Voluntariado a medida…

Voluntariado insensible y no comprometido

Voluntariado-nueva tierra inexplorada

Del voluntariado virtual al móvil-voluntariado???