La diferencia más relevante es que el trabajo gratis reporta bienes inmediatos y, sobretodo, efímeros tanto para las personas voluntarias como para la misma Organización.
Puede que tod@s queden satisfechos por la actividad realizada, pero la relación no trascenderá la barrera del tiempo y no se habrán obtenido bienes estructurales y duraderos.
Los bienes inmediatos satisfacen nuestras necesidades y tendencias básicas en terrenos como el material, el psicológico, el emocional y el espiritual. Devorar un bocadillo en el primer bar en el que me asalte el hambre, decir lo primero que me viene a la mente ante la provocación de cualquier paisan@, hacerlo pegando un chillido para desahogar hasta la última queja o dirigirle la palabra a mi hermana porque ya me corroe la culpa… en cualquier caso, estas acciones no duran… se extinguen cuando la necesidad inmediata pasa o queda cubierta. Nada me une a estos hechos. Son circunstanciales y no crean lazos.
Los bienes mediatos son aquellos que no sirven para saciar una necesidad inmediata, pero tampoco cambian nada realmente.
En cambio, los bienes estructurales son aquellos que han hecho las diferencias históricas y sociales en la realidad humana. Las personas que quieren formar parte de un voluntariado son aquellas que han sentido una necesidad profunda de ejercer una voluntad auténtica en un proyecto común de cambio con el que puedan identificarse. Necesidad que no va a colmarse al primer bocado.
Si queréis un voluntariado en la base de vuestra Organización, no lo busquéis como si buscarais a cualquiera, al que pasa por ahí, para que haga lo que sea con tal de que no cobre o para que os saque de vuestros apuros del momento.
Lo primero es ser co-responsable con la actitud solidaria que el voluntariado mostrará al inscribirse a una de vuestras ofertas:
* Pensad bien qué competencias, habilidades, capacidades y conocimientos buscáis
* En qué actividades el voluntariado hará uso de lo ellas
* Qué aprendizajes y experiencias podéis ofrecerle
* En qué medida estáis dispuest@s a incluir al voluntariado en vuestras acciones, ¿Constante,
puntualmente, a nivel reflexivo, a nivel fáctico?
Cuando hayáis resuelto estas y otras preguntas que os vayan surgiendo en vuestra reflexión, habiendo dibujado el voluntariado que de verdad queréis, podéis pasar a redactar vuestra oferta, poniendo especial atención en la elección del título:
* Diariamente son publicadas muchas ofertas parecidas que terminan por parecer
iguales.
* Exaltad vuestras diferencias en cuanto a lo que preferís en el voluntariado o en cuanto a
lo que ofrecéis a éste.
* Animad al voluntariado desde el primer contacto con la oferta. No dejéis que pase a otra
sólo porque la vuestra no expresa vuestro compromiso.
* Intentad que el título sea contundente, claro, expresivo, diferente y que antoje.
* No pongáis el nombre de la Organización en el título porque será repetitivo y porque así
podréis garantizar que el voluntariado se interesa más por las actividades que realizaría
con vosotr@s que por el nombre de la Organización y lo que le represente.
* Podéis resaltar los aspectos que os diferencien de otras ofertas similares, tales como
actividades en grupos, en familia...
Una vez que logréis que el voluntariado se sienta atraído para abrir vuestra oferta, podréis convencerlo de que sois su opción en cuestión de objetivos, misión, estrategias, y grado de implicación que le pediréis y que le permitiréis.
Informadle sobretodo como es que participará de todo esto a través de su acción voluntaria –sea cual sea la actividad-.
Como colaborará y como colmará la necesidad de su voluntad de unirse a la acción en pro del cambio con el que se siente identificado.De esta forma, podéis confiar en que, si el voluntariado pincha “estoy interesado”, será porqué lo está y quiere formar con vuestra organización un lazo trascendente, imprescindible para la configuración de la
militancia de vuestra Organización.
